Según el instituto Enric Corbera: después de un impacto emocional fuerte (tanto negativo como positivo), las emociones intensas desaparecen, pero aún podemos sentirnos afectados por horas o días hasta que logremos procesar la situación.
Estas emociones residuales se almacenan en nuestra memoria y pueden influir en cómo enfrentamos futuras experiencias.
Por lo que la resaca emocional es un estado que aparece después de haber vivido experiencias intensas, transformadoras o profundamente significativas.
Aunque generalmente se asocia con situaciones como eventos sociales, finales de relaciones o cambios importantes, también es algo muy común tras los viajes, especialmente aquellos que nos conectan profundamente con nosotras mismas y con los demás.
Después de muchos años viajando, con cada viaje aprendí mucho más a lidiar con esto y por eso quiero contarte aquí cómo afrontarlo.
¿Por qué ocurre en los viajes? 🚀🌀🌟
Durante un viaje, especialmente uno cargado de significado que va mucho más allá de lo turístico, estamos fuera de nuestra rutina que incluye familiares, trabajo y los lugares comunes de cada día, lo que nos permite:
Estar presentes: Nos desconectamos de las preocupaciones cotidianas y experimentamos momentos de total atención al aquí y ahora.
Abrirnos emocionalmente: Los viajes suelen remover emociones guardadas, nos llevan a reflexionar sobre nuestra vida y nos exponen a conexiones humanas auténticas.
Romper barreras: Nos atrevemos a hacer cosas que normalmente no hacemos, como viajar solas, convivir con desconocidas o compartir vulnerabilidades… meternos en agua helada, subir una montaña que creiamos incapaces, etc…
Esta intensidad puede ser tan liberadora como desafiante. Pero al regresar a nuestro lugar común, enfrentamos un choque: la rutina puede sentirse vacía o poco estimulante, y aparecen sentimientos de nostalgia, tristeza o incluso agotamiento emocional.
Incluso, puede que aparezca la idea o el sentimiento recurrente de preguntarte de “qué estoy haciendo con mi vida”.
Siempre digo que viajar fuera de la idea turística y vacacional, es una terapia de choque.
¿Por qué es necesario este proceso? ❤️🔥
Aunque es incómodo, la resaca emocional tiene un propósito:
Integrar lo vivido: Después de una experiencia intensa, el cuerpo y la mente necesitan procesar todo lo que ocurrió. Es como si estuviéramos acomodando lo aprendido y ganado en un lugar especial dentro de nosotras.
Por eso te recomiendo escribir todo, preferiblemente a mano, esto te ayudará a sacar todo de tu mente y tomar lección de lo aprendido.
Valorar el contraste: Sin la vuelta a la calma, la intensidad perdería su significado. Es en la cotidianidad donde reflexionamos y transformamos esas vivencias en aprendizaje.
Reconectar con nosotras mismas: Al vivir de forma sostenida experiencias intensas, podemos agotarnos y desconectarnos. Volver al día a día permite recuperar el equilibrio.
Por eso, yo trato después de mis viajes largos o en el año tomarme un tiempo para hacer algo que se llama “detox de dopamina”, hay varias formas de hacerlo en función de lo que quieras descansar, yo sobre todo lo hago para bajar el uso de las redes y de socializar.
¿Cómo afrontar la resaca emocional tras un viaje? ❤️🩹
❤️Date permiso para sentir: Si sientes nostalgia, tristeza o ganas de llorar, es válido. Son emociones que indican que lo que viviste fue significativo.
✍️Escribe o crea algo: Poner en palabras o imágenes lo vivido te ayudará a integrarlo y revivir esos momentos desde otra perspectiva. Puedes agarrar las fotografía que sientas más especial de tu viaje y escribir qué representa para ti.
⚓Mantén pequeñas anclas del viaje: Puede ser una foto, una canción o una frase que te recuerde lo vivido y te inspire en tu día a día, para que no olvides lo que te hizo re-valorar y tenerlo presente para seguir.
🧘♀️Busca balance: No todo en la vida puede ser intensidad, pero tampoco solo rutina. Encuentra formas de mantener vivas las emociones del viaje en tu vida cotidiana integrando herramientas creativas en tu día a día y asistiendo a espacios donde puedas conectar con otras perspectivas.
Los viajes tienen esa magia de ponernos frente a una versión más auténtica de nosotras mismas. Es natural que al regresar sintamos un vacío o un choque emocional, pero lejos de ser algo negativo, es una oportunidad para integrar lo vivido, aprender de ello y regresar renovadas. Al final, tanto el viaje como la vuelta a casa son partes esenciales de nuestro crecimiento.
Se vienen muchos viajes y experiencias si quieres estar atento a las fechas, está atento en mi instagram: @danielaclarke_
También siempre estoy haciendo talleres de fotografía online y presencial, si te llama la atención sumar esta herramienta creativa para tu día a día, sígueme para sumarte a las nuevas fechas.
Si te llama la atención y no sabes para qué te serviría lee esto: Beneficios creativos y personales de aprender fotografía
